Un santo para cada día: 11 de octubre
San Juan XXIII. ( El Papa Bueno)
El sacerdote brasileño ha sido amenzado por su trabajo con quien vive en la calle
Papa Francisco llama al Padre Julio Lancellotti y lo anima a continuar entre los más pobres
"Francisco, humilde, sencillo, pero resolutivo, como Jesús, rompe esquemas, rotura caminos"
Nicolás Castellanos: "Con 'Fratelli Tutti', mis sueños están cumplidos"
Manos Unidas hace pública su valoración de la última Encíclica del papa Francisco.
"En 'Fratelli Tutti' el Papa nos invita a no contagiarnos con los síntomas de una sociedad enferma"
Coincidiendo con la celebración del Día Internacional contra la Pena de Muerte
Sant Egidio lanza una campaña global para abolir la pena de muerte, "una medida inhumana e injusta"
La tercera encíclica del Papa, “Fratelli tutti”, hermanos todos,
es una apuesta clara por el núcleo del evangelio: el amor. Pero no es un amor
cualquiera. No es esa palabra gastada que todos pronuncian y solo unos pocos
viven. Es un amor que compromete la vida… hasta el extremo de perderla como
Jesús. La fraternidad es el sello que garantiza un amor verdadero.
De los tres valores que puso en bandera la Revolución Francesa, unos han
insistido en la libertad a cualquier precio. Otros han luchado por la igualdad,
pero unos y otros, han olvidado la fraternidad, que es la que humaniza
cualquier senda política.
La parábola de este domingo nos habla de esos invitados al banquete. Hay
una primera enseñanza que es la universalidad de la llamada de Dios. Y termina
con algo que nos inquieta: aquel que sacan de la fiesta por no llevar el
traje adecuado. Si lo habían invitado a última hora y estaba por los
caminos. De nuevo ese contraste semita que pone el foco en un detalle y ahí
está la clave de interpretación. ¿No será la fraternidad ese traje?
José
Luis Sicre: Un banquete que termina mal. En el Reino de Dios puede entrar cualquiera, pero, si se acepta la
invitación, hay que ir dignamente vestido. El vestido del que habla la parábola
se refiere a una forma de comportarse con Dios y con el prójimo.
Fray
Marcos: Solo quedará fuera quien se niegue a entrar. Las mil escusas manifiestan el poco
aprecio que tenemos a la oferta de plenitud que Jesús nos hace.
José
Antonio Pagola: Ir a los cruces de los caminos. ¿Qué experiencia podía
haber más gozosa para aquellas gentes que ser invitados a un banquete y poder
sentarse a la mesa con los vecinos a compartir una fiesta de bodas?
Rosario Ramos: Tenemos un banquete pendiente. El Reinado de Dios es un banquete inclusivo y no un juicio excluyente. Nos ofrece la posibilidad de la plenitud humana; todo está preparado en el interior de la persona para conectar con la Fuente y vivir desde lo esencial. No somos invitados por lo que hacemos sino por lo que somos.
Vicky
Irigaray: Gracias, Padre. Que nuestras comunidades de fe no sean espacios
para los buenos, decentes y selectos, sino que sean las comunidades de los
invitados al Reino.
Anáfora:
Felicidad. Disfrutemos la vida plenamente, cualquier renuncia ha de ser por algo
mejor.
Monjas Benedictinas de Montserrat. Domingo 28º del Tiempo Ordinario.
Comentarios
Publicar un comentario