FICHAS PARA VER/DESCARGAR/IMPRIMIR (optativo)
PADRES NIÑOS
Dios quiere nuestro bien, y que el pecado no nos esclavice. Por eso nos indica el Camino. Es el sentido de sus DIEZ PALABRAS o MANDAMIENTOS revelados a Moisés.
1. Los dos primeros Mandamientos
Jesús reconoció que los mandamientos debían ser cumplidos en todo tiempo.
Pero les dio una nueva inspiración.
Años más tarde, la Iglesia, iluminada por el Espíritu de Jesús, les dio una reformulación cristiana.
Los judíos han seguido aferrados al decálogo, al pie de la letra, tal como lo entregó Moisés.
A algunos hermanos evangélicos les pasa lo mismo. Los católicos, en cambio,
aceptamos el Decálogo purificado por Jesucristo y reformulado por la Iglesia.
Es importante que esto nos quede claro porque con frecuencia, personas de otras religiones intentan confundirnos.
Los Mandamientos fueron formulados por Moisés para gente de su tiempo, necesitada de cuidarse mucho de la idolatría, tentación muy frecuente.
a) Formulación judía (ver Ex 20,2-7)
“Yo soy Yahvé tu Dios quien te sacó de la tierra de Egipto: No tendrás otro Dios fuera de Mi. No te harás imágenes de lo que hay en el cielo o en la tierra.
No te has de postrar ante esos dioses.
No tomes en vano el nombre de Yahvé tu Dios.
b)Formulación cristiana.
Amarás a Dios sobre todas las cosas.
No tomarás el Nombre de Dios en vano.
El primer Mandamiento en su hermosa introducción: “Yo soy Yahvé tu Dios quien te sacó de la tierra de Egipto”, deja claramente asentado que el Señor es un Dios Vivo que actúa en nuestras vidas, que quiere nuestro bien, que nos desea libres de toda esclavitud. Los israelitas no debieron nunca olvidar que debían esta liberación a una intervención de Dios cuando sufrían en Egipto.
2. Cómo manifestar nuestro amor a Dios
Enseña
Jesús: “El que es de Dios escucha la Palabra de Dios”
(Juan
9,47)
Ha de ser continua preocupación de todo buen hijo de
Dios leer, escuchar, comentar la Palabra de Dios contenida en la
Biblia
Amar a Dios es recibir a su Hijo Único que El amorosamente nos ha enviado. Abrirle las puertas a Cristo es adorar al Padre.
Amar a Dios es confiar en El, poner en sus manos nuestras preocupaciones, acudir a El en toda ocasión.
Amar a Dios es tomar en cuenta sus Mandamientos para cumplirlos.
Nadie es dueño de su propia vida ni tiene derecho de hacer con ella lo que le plazca. Sólo el Señor puede disponer de nuestra vida.
Cumplir los Mandamientos es reconocer que el Señor tiene la última palabra siempre. Amar a Dios es participar en la Eucaristía dominical, como veremos en el próximo tema.
¿Qué lugar le damos a Dios en nuestras vidas?
Con qué frecuencia hablamos de Dios a nuestros hijos?
¿Nuestros hijos ven que Dios es importante para nosotros?
3. Respetar el Nombre de Dios
Este
segundo mandamiento complementa el primero.
No
tomarás el nombre de Dios en vano
quiere decir hacer lo posible para que el Nombre de Dios sea
santificado en la vida de los hombres.
El
NOMBRE que Dios revela a Moisés
es YAVE
(Dios está con nosotros).
Es el Nombre de un Dios que quiere la LIBERACION de su Pueblo,
su felicidad.
Hacer que ese Nombre sea santificado significa trabajar para que todos nuestros hermanos sean liberados de la miseria y del pecado y alcancen la felicidad posible en esta vida.
Esta es la Voluntad del Padre: QUE TENGAMOS VIDA Y VIDA EN ABUNDANCIA como nos enseñó Jesús. Por eso le decimos: ¡Santificado sea tu Nombre!
4.
A veces no cumplimos con estos Mandamientos
La forma más grave de transgredir estos mandamientos es olvidarnos de Dios. ¡Tanta gente hay que vive como si Dios no existiera, no importándoles nada lo que Dios dice!.
Y esto es como olvidarse del padre o de la madre, una inmensa ingratitud e injusticia.
Otra forma de no cumplir estos mandamientos es con el pecado, que es una ofensa directa a Dios, en las personas de nuestro prójimos y en nosotros mismos.
Finalmente
hay mucha gente que tiene una enorme confusión en sus mentes, fruto
de lecturas esotéricas, de contactos con personas o grupos imbuidos
de supersticiones y que practican ritos extraños, mágicos. Por eso
se opone a nuestra Fe:
* Superstición: consiste en una desviación del sentimiento religioso que nos hace creer en cosas falsas, temer cosas que nos puedan dañar o poner nuestra confianza en objetos, palabras, lugares que pudieran influir mágicamente en nuestras vidas. La superstición está subyacente en todos los ambientes. Y en el fondo es no creer que Dios, y no otras “fuerzas imaginarias”, es el que guía con amor providente nuestra vida.
* Magia o hechicería que consiste en practicar ritos paganos con miras a obtener efectos portentosos. Asistir a sahumerios y cosas parecidas que son como idolatrías o culto a otros dioses que no existen.
*
Sacrilegio
que consiste en la profanación de personas, lugares u objetos
sagrados con el fin de robar, hacer daño o cualquier otra razón.
5. Hablamos con nuestros hijos : les inculcamos rezar cada noche al acostarse.
+ Vemos con ellos los siguientes VIDEOS y los vamos comentando a lo largo de la semana
Comentarios
Publicar un comentario